Aquí dejo un artículo muy completo con la información cerca el tratamiento de la enfermedad de Parkinson Actualmente,
no existe una cura para la enfermedad de Parkinson, pero a veces los
medicamentos o la cirugía pueden brindar alivio dramático de los síntomas.
Tratamientos farmacológicos
Los medicamentos para la enfermedad de Parkinson comprenden tres categorías. La primera categoría comprende medicamentos que funcionan directa o indirectamente para aumentar el nivel de dopamina en el cerebro. Los medicamentos más comunes para la enfermedad son precursores de la dopamina, sustancias como levodopa que cruzan la barrera sanguínea-cerebral y luego cambian a dopamina. Otros medicamentos imitan a la dopamina o previenen o retrasan su descomposición.
Los medicamentos para la enfermedad de Parkinson comprenden tres categorías. La primera categoría comprende medicamentos que funcionan directa o indirectamente para aumentar el nivel de dopamina en el cerebro. Los medicamentos más comunes para la enfermedad son precursores de la dopamina, sustancias como levodopa que cruzan la barrera sanguínea-cerebral y luego cambian a dopamina. Otros medicamentos imitan a la dopamina o previenen o retrasan su descomposición.
La segunda
categoría de medicamentos para la enfermedad de Parkinson afecta a otros
neurotransmisores corporales con el fin de aliviar algunos síntomas de la
enfermedad. Por ejemplo, los medicamentos anticolinérgicos interfieren
con la producción o la captación del neurotransmisor acetilcolina. Estos
medicamentos ayudan a reducir los temblores y la rigidez muscular, que pueden
deberse a tener más acetilcolina que dopamina.
La
tercera categoría de medicamentos recetados para la enfermedad comprende
medicamentos que ayudan a controlar los síntomas no motores de la enfermedad, o
sea, los síntomas que no afectan el movimiento. Por ejemplo, se puede recetar
antidepresivos a las personas con depresión relacionada con la enfermedad.
LEVODOPA
El
fundamento de la terapia para la enfermedad de Parkinson es el medicamento
levodopa (llamado también L-dopa). Levodopa (del nombre completo
L-3,4-dihidroxifenilalanina) es una sustancia química simple hallada
naturalmente en las plantas y en los animales. Levodopa es el nombre genérico
utilizado para esta sustancia química cuando se formula para la utilización
medicamentosa en los pacientes. Las células nerviosas pueden utilizar levodopa
para fabricar dopamina y volver a llenar el suministro cerebral decreciente.
Las personas no pueden simplemente tomar píldoras de dopamina porque ésta no
cruza fácilmente la barrera sanguínea-cerebral, un revestimiento de células
dentro de los vasos sanguíneos que regula el transporte de oxígeno, glucosa y
otras sustancias hacia el cerebro. Generalmente, los pacientes reciben levodopa
combinada con otra sustancia llamada carbidopa. Cuando se añade a la levodopa,
la carbidopa retarda la conversión de levodopa a dopamina hasta que llega al
cerebro, evitando o disminuyendo algunos de los efectos secundarios que
acompañan a menudo al tratamiento con levodopa. La carbidopa también reduce la
cantidad necesaria de levodopa.
Levodopa
tiene mucho éxito en la reducción de temblores y otros síntomas de
Parkinson durante las etapas tempranas de la enfermedad. Permite a la
mayoría de las personas con Parkinsonextender el período de tiempo en el que
pueden llevar vidas relativamente normales y productivas.
Aunque
levodopa ayuda a la mayoría de personas con enfermedad de Parkinson, no todos
los síntomas responden de igual manera al medicamento. Levodopa generalmente
ayuda más con la bradicinesia y la rigidez. Los problemas con el equilibrio y
otros síntomas no motores pueden no aliviarse en absoluto.
Las
personas que han utilizado otros medicamentos antes de iniciar el tratamiento
con levodopa tal vez deban reducir o eliminar esos medicamentos con el fin de
sentir el beneficio completo de la levodopa. Luego de comenzar la terapia con
levodopa, a menudo las personas ven mejorías dramáticas de sus síntomas.
Sin embargo, es posible que necesiten aumentar la dosis gradualmente para
obtener un beneficio máximo. Debido a que una dieta rica en proteínas puede
interferir con la absorción de levodopa, algunos médicos recomiendan que los
pacientes que toman el medicamento restrinjan su consumo de proteínas durante
la primera parte del día o que eviten tomar sus medicamentos con comidas ricas
en proteínas.
A
menudo la levodopa es tan eficaz que algunas personas pueden temporalmente
olvidar que tiene enfermedad de Parkinson durante las etapas tempranas de la
enfermedad. Pero la levodopa no es una cura. Aunque puede reducir los síntomas,
no sustituye las células nerviosas perdidas y no detiene la evolución de la
enfermedad.
La
levodopa puede tener una variedad de efectos secundarios. Los efectos
secundarios iniciales más comunes son náuseas, vómitos, baja presión arterial e
inquietud. El medicamento también puede causar somnolencia o inicio súbito del
sueño, lo que puede hacer que conducir y otras actividades se vuelvan
peligrosas. A veces el uso prolongado de levodopa causa alucinaciones y
psicosis. Las náuseas y los vómitos causados por la levodopa se reducen
mucho combinando levodopa con carbidopa, lo cual aumenta la eficacia de una
dosis menor.
Las discinesias,
o movimientos involuntarios comolos tics, retorcimientos y contorsiones
comúnmente se desarrollan en las personas que toman grandes dosis de levodopa
por un periodo prolongado de tiempo. Estos movimientos pueden ser leves o
graves y muy rápidos o muy lentos. A menudo se reduce la dosis de levodopa con
el fin de disminuir los movimientos inducidos por el medicamento, sin embargo
los síntomas de la enfermedad reaparecen aún con dosis menores. Los médicos y
pacientes deben trabajar en estrecha colaboración para encontrar un equilibrio
tolerable entre los beneficios del medicamento y sus efectos secundarios. Si
las discinesias son graves, puede considerarse el tratamiento quirúrgico.
Debido a que las discinesias tienden a producirse con el uso prolongado de
levodopa, a menudo los médicos comienzan con otros medicamentos que aumentan la
dopamina en los pacientes más jóvenes con Parkinson y cambian a levodopa
solamente cuando esos medicamentos se vuelven ineficaces.
Pueden
ocurrir otros problemas preocupantes e inquietantes con el uso prolongado de la
levodopa. Los pacientes pueden comenzar a notar síntomas más pronunciados antes
de su primera dosis matutina de medicamento, y pueden tener espasmos musculares
u otros problemas cuando cada dosis comienza a disiparse. El período de eficacia
después de cada dosis puede comenzar a acortarse, llamado efecto de
disipación. Otro problema potencial se denomina efecto de on-off —
cambios súbitos e impredecibles del movimiento, de normal a parkinsoniano y
otra vez al normal. Estos efectos probablemente indiquen que la respuesta del
paciente al medicamento está cambiando o que la enfermedad está evolucionando.
Un
enfoque para aliviar estos efectos secundarios es tomar la levodopa con mayor
frecuencia y en menores cantidades. Las personas con enfermedad de
Parkinson no deben dejar de tomar levodopa sin el conocimiento o el
consentimiento de su médico debido a que la suspensión rápida del medicamento
puede tener potencialmente efectos secundarios serios, como inmovilidad o
dificultad para respirar.
Afortunadamente,
los médicos tienen otras opciones de tratamiento para algunos síntomas y etapas
de la enfermedad de Parkinson. Estas terapias comprenden las siguientes:
- Agonistas de la
dopamina. Estos
medicamentos, que comprenden bromocriptina, apomorfina, pramipexol y
ropinirol, imitan el papel de la dopamina en el cerebro. Pueden
administrarse solos o junto con levodopa. Pueden usarse en las etapas
tempranas de la enfermedad, o más tarde con el fin de alargar la duración
de la respuesta a levodopa en pacientes que experimentan efectos de
disipación o efectos de “on-off”. Generalmente son menos eficaces
que la levodopa para controlar la rigidez y la bradicinesia. Muchos
de los efectos secundarios potenciales son similares a aquéllos asociados
con el uso de levodopa, incluidos la somnolencia, inicio súbito del sueño,
alucinaciones, confusión, discinesias, edema (hinchazón debida al exceso
de líquido en los tejidos del cuerpo), pesadillas y vómitos. En
casos raros, pueden causar conducta compulsiva, como un deseo
incontrolable de jugar, hipersexualidad, o hacer compras
compulsivamente. La bromocriptina a veces también causan una
acumulación de tejido fibroso en las válvulas cardíacas o en la cavidad
pectoral. Generalmente la fibrosis desaparece al suspender los
medicamentos.
- Inhibidores de la
MAO-B. Estos medicamentos inhiben la enzima
monoaminooxidasa B, o MAO-B, que descompone la dopamina en el
cerebro. Los inhibidores de la MAO-B hacen que la dopamina se
acumule en las células nerviosas supervivientes y reducen los síntomas de
enfermedad de Parkinson. La selegilina, también llamada deprenyl, es
un inhibidor de la MAO-B comúnmente usado para tratar el Parkinson. Los
estudios patrocinados por la NINDS han mostrado que la selegilina puede
retrasar la necesidad de terapia con levodopa hasta por un año o más.
Cuando se administra selegilina con levodopa, ésta parece aumentar y
prolongar la respuesta a la levodopa, reduciendo así las fluctuaciones de
la disipación. Generalmente la selegilina se tolera bien, aunque los
efectos secundarios son las náuseas, la hipotensión ortostática o el
insomnio. No debe tomarse con el antidepresivo fluoxetina o el
sedante mepiridina, ya que combinar seligilina con estos medicamentos
puede ser perjudicial. Un estudio de seligilina patrocinado por
NINDS al final de la década de 1980 sugirió que sería útil retrasar la
pérdida de células nerviosas en la enfermedad de Parkinson. Sin
embargo, los estudios de seguimiento ponen en duda este hallazgo. Se
está estudiando otro inhibidor de la MAO-B, rasagilina, para determinar si
sería útil para retardar la evolución de la enfermedad.
- Inhibidores de la
COMT. COMT es la sigla de
catecol-O-metiltransferasa, otra enzima que ayuda a descomponer la
dopamina. En los Estados Unidos se han aprobado dos inhibidores de
la COMT para tratar la enfermedad de Parkinson: entacapona y
tolcapona. Estos medicamentos prolongan los efectos de la levodopa
evitando la descomposición de la dopamina.
- Los inhibidores de
la COMT pueden disminuir la duración de períodos de "off", y
generalmente posibilitan la reducción de la dosis de levodopa de la
persona. El efecto secundario más común es la diarrea. Los
medicamentos también pueden causar náuseas, perturbaciones del sueño,
mareos, decoloración de la orina, dolor abdominal, baja presión arterial o
alucinaciones. En pocos casos raros, tolcapona ha causado enfermedad
hepática grave. Por esa razón, los pacientes que reciben tolcapona
necesitan una monitorización regular de la función hepática.
- Amantadina. Un medicamento antiviral, la amantadina,
puede ayudar a reducir los síntomas de la enfermedad de Parkinson y la
discinesia producida por la levodopa. Frecuentemente se usa
solamente en las etapas tempranas de la enfermedad. También puede usarse
con un anticolinérgico o con levodopa. Después de varios meses, la
eficacia de amantadina se disipa en hasta la mitad de los pacientes que la
toman. Los efectos secundarios de amantadina pueden ser insomnio, piel
moteada, edema, agitación o alucinaciones. Los investigadores no están
seguros de cómo funciona la amantadina en la enfermedad de Parkinson, pero
es posible que aumente los efectos de la dopamina.
- Anticolinérgicos. Estos medicamentos, que comprenden trihexifenidil, benztropina y etopropazina, disminuyen la actividad del neurotransmisor acetilcolina y ayudan a reducir los temblores y la rigidez muscular. Sólo la mitad de los pacientes que reciben anticolinérgicos se benefician, generalmente durante un breve período y solamente con un 30 por ciento de mejoría. Los efectos secundarios pueden ser boca seca, estreñimiento, retención urinaria, alucinaciones, pérdida de la memoria, visión borrosa y confusión.
(Pulse en la imagen para obtener más información acerca de este fármaco)
Al
recomendar un curso de tratamiento, el médico evaluará cuánto trastornan los
síntomas la vida del paciente y ajustará la terapia a la afección particular de
la persona. Debido a que no hay dos pacientes que reaccionen a un medicamento
dado de la misma manera, puede llevar tiempo y paciencia lograr la dosificación
adecuada. Aún así, los síntomas podrían no aliviarse completamente.
Medicamentos para tratar los síntomas motores de la enfermedad de Parkinson
Medicamentos que
aumentan los niveles cerebrales de la dopamina
|
Levodopa
|
Medicamentos que
imitan a la dopamina (agonistas de la dopamina)
|
Apomorfina
|
Bromocriptina
|
Pramipexol
|
Ropinirol
|
Medicamentos que
inhiben la descomposición de la dopamina (inhibidores de la MAO-B)
|
Selegilina (deprenyl)
|
Medicamentos que
inhiben la descomposición de la dopamina (inhibidores de la COMT)
|
Entacapona
|
Tolcapona
|
Medicamentos que
disminuyen la acción de la acetilcolina (anticolinérgicos)
|
Trihexifenidil
|
Benztropina
|
Etopropazina
|
Medicamentos con un
mecanismo de acción desconocido para la enfermedad de Parkinson
|
Amantadina
|
MEDICAMENTOS PARA SÍNTOMAS NO MOTORES
Los
médicos pueden recetar una variedad de medicamentos para tratar los síntomas no
motores de la enfermedad de Parkinson, tales como depresión y ansiedad.
Por ejemplo, la depresión puede tratarse con antidepresivos estándar como
amitriptilina o fluoxetina (sin embargo, como se dijo anteriormente, la
fluoxetina no debe combinarse con los inhibidores de la MAO-B). La ansiedad
a veces puede tratarse con medicamentos llamados benzodiazepinas. La
hipotensión ortostática puede mejorarse aumentando la ingesta de sal,
reduciendo los medicamentos antihipertensivos o recetando medicamentos como
fludrocortisona.
A
menudo los medicamentos recetados para Parkinson causan alucinaciones, delirios
y otros síntomas psicóticos. Por ello la reducción o suspensión de los
medicamentos para Parkinson puede aliviar la psicosis. Si tales medidas
no fueran eficaces, a veces los médicos recetan medicamentos llamados
antisicóticos atípicos, que comprenden clozapina y quetiapina. Clozapina puede
ser útil para controlar las discinesias. Sin embargo, la clozapina
también puede causar un serio trastorno sanguíneo llamado agranulocitosis, por
eso las personas que la toman deben monitorizarse la sangre frecuentemente.
CIRUGÍA
Alguna vez tratar la enfermedad de Parkinson con cirugía era una práctica común. Luego del descubrimiento de la levodopa, la cirugía fue limitada a pocos casos. Los estudios en las últimas décadas han llevado a grandes progresos en las técnicas quirúrgicas y la cirugía vuelve a usarse en las personas con enfermedad avanzada para quienes la terapia medicamentosa ya no es suficiente.
Alguna vez tratar la enfermedad de Parkinson con cirugía era una práctica común. Luego del descubrimiento de la levodopa, la cirugía fue limitada a pocos casos. Los estudios en las últimas décadas han llevado a grandes progresos en las técnicas quirúrgicas y la cirugía vuelve a usarse en las personas con enfermedad avanzada para quienes la terapia medicamentosa ya no es suficiente.
Palidotomía y Talamotomía:
Los
primeros tipos de cirugía para la enfermedad de Parkinson implicaron la
destrucción selectiva de partes específicas del cerebro que contribuyen a los
síntomas de la enfermedad. Actualmente los investigadores han refinado
mucho el uso de estos procedimientos. El más común de estos
procedimientos es la palidotomía. En este procedimiento,
un cirujano destruye selectivamente una porción del cerebro llamada globo
pálido. La palidotomía puede mejorar los síntomas de temblor, rigidez y
bradicinesia, posiblemente interrumpiendo las conexiones entre el globo pálido
y el cuerpo estriado o el tálamo. Algunos estudios también han encontrado
que la palidotomía puede mejorar la marcha y el equilibrio y reducir la
cantidad de levodopa que necesitan los pacientes, reduciendo así las
discinesias inducidas por medicamentos y la distonía. Un procedimiento
relacionado llamadotalamotomía implica la destrucción quirúrgica de
parte del tálamo cerebral. La talamotomía se usa principalmente para
reducir el temblor.
Debido
a que estos procedimientos causan la destrucción permanente de tejido cerebral,
han sido mayormente reemplazados por la estimulación cerebral profunda en
el tratamiento de la enfermedad de Parkinson.
Estimulación cerebral profunda:
La
estimulación cerebral profunda usa un electrodo implantado quirúrgicamente en
una parte del cerebro. Los electrodos están conectados por un cable bajo
la piel a un pequeño dispositivo eléctrico llamado generador de pulsos que se
implanta en el tórax bajo la clavícula. El generador de pulsos y los
electrodos estimulan el cerebro de forma indolora de una manera que ayuda a
detener muchos de los síntomas de la enfermedad. La estimulación cerebral
profunda ha sido ahora aprobada por la Administración de Alimentos y
Medicamentos de los EE.UU. y se usa extensamente como tratamiento de la
enfermedad de Parkinson.
La
estimulación cerebral profunda puede usarse en uno o ambos lados del
cerebro. Si se usa en un lado solamente, afectará los síntomas en el lado
opuesto del cuerpo. La estimulación cerebral profunda se usa
principalmente para estimular una de tres regiones cerebrales: el núcleo subtalámico,
el globo pálido o el tálamo. Sin embargo, el núcleo subtalámico, un área
pequeña ubicada por debajo del tálamo, es el objetivo más común. La
estimulación del globo pálido o del núcleo subtalámico puede reducir el
temblor, la bradicinesia y la rigidez. La estimulación del tálamo es
principalmente útil para reducir el temblor.
La
estimulación cerebral profunda generalmente reduce la necesidad de levodopa y
medicamentos relacionados, lo cual a su vez disminuye las discinesias.
También ayuda a aliviar la fluctuación “on-off” de los síntomas. Las
personas que inicialmente respondieron bien al tratamiento con levodopa tienden
a responder bien a la estimulación cerebral profunda. Mientras los
beneficios de esta estimulación pueden ser sustanciales, generalmente no es
útil para los problemas del habla, "congelación," postura,
equilibrio, ansiedad, depresión o demencia.
Una
ventaja de la estimulación cerebral profunda comparada con la palidotomía y la
talamotomía es que la corriente eléctrica puede apagarse usando un dispositivo
manual. El generador de pulsos también puede ser programado externamente.
Los
pacientes deben regresar al centro médico con frecuencia durante varios meses
después de la cirugía con estimulación cerebral profunda con el fin de que
médicos capacitados u otros profesionales médicos ajusten la
estimulación. El generador de pulsos debe programarse muy cuidadosamente
para que dé los mejores resultados. Los médicos también deben supervisar
las reducciones en los medicamentos de los pacientes. Después de algunos
meses, la cantidad de visitas médicas generalmente disminuye
significativamente, aunque los pacientes en ocasiones deban regresar al centro
para que se controle su estimulador. Además, la batería para el generador
de pulsos debe cambiarse quirúrgicamente cada tres a cinco años, aunque es
posible que alguna vez se disponga de baterías recargables externas. Aún se
están determinando los resultados a largo plazo de la estimulación. La
estimulación cerebral profunda no evita que el Parkinson evolucione, y
gradualmente algunos problemas podrían regresar. Sin embargo, estudios
realizados varios años después de la cirugía han demostrado que los síntomas de
muchas personas siguen siendo significativamente mejores que lo que estaban
antes de la estimulación.
La
estimulación cerebral profunda no es una buena solución para todos.
Generalmente se usa sólo en personas con enfermedad de Parkinson avanzada y con
respuesta a la levodopa que han desarrollado discinesias u otros síntomas “off”
invalidantes a pesar de la terapia medicamentosa. Generalmente no se usa
en personas con problemas de memoria, alucinaciones, mala respuesta a la
levodopa, depresión grave o mala salud. La estimulación cerebral profunda
generalmente no ayuda a las personas con síndromes parkinsonianos
"atípicos" como la atrofia de sistemas múltiples, la parálisis
supranuclear progresiva o el parkinsonismo postraumático. Generalmente
las personas más jóvenes mejoran más que los ancianos después de la
estimulación cerebral profunda, pero las personas ancianas sanas pueden
someterse a la estimulación y beneficiarse en gran medida.
Como
con cualquier cirugía cerebral, la estimulación cerebral profunda tiene
complicaciones potenciales, incluidas el accidente cerebrovascular y la
hemorragia cerebral. Sin embargo, estas complicaciones son raras.
También existe el riesgo de infección, que puede requerir antibióticos o hasta
el reemplazo de partes del sistema de estimulación. El estimulador a
veces puede causar problemas del habla, problemas del equilibrio o aún
discinesias. Sin embargo, esos problemas generalmente son reversibles si
se modifica la estimulación.
Los
investigadores continúan estudiando la estimulación cerebral profunda y las
formas de mejorarla. Están realizando estudios clínicos para determinar cuál es
la mejor parte del cerebro para recibir estimulación y para determinar los
efectos a largo plazo de esta terapia. También están trabajando para mejorar la
tecnología usada en la estimulación.
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