Los
síntomas tempranos de la enfermedad de Parkinson son tenues y se producen
gradualmente. Las personas afectadas pueden sentir temblores leves o tener dificultad
para levantarse de una silla. Pueden notar que hablan muy suavemente o
que su escritura es lenta y parece apretada o pequeña. Pueden perder la pista
de una palabra o un pensamiento, o pueden sentirse cansados, irritables, o
deprimidos sin una razón aparente. Este período muy temprano puede durar largo
tiempo antes de que aparezcan los síntomas más clásicos y obvios.
Los
amigos o familiares pueden ser los primeros en notar cambios en alguien con
enfermedad de Parkinson temprana. Pueden ver que la cara de la persona no tiene
expresión y animación (conocido como "carencia de expresión en la
cara") o que la persona no mueve un brazo o una pierna normalmente.
También pueden notar que la persona parece rígida, instable o inusualmente
lenta.
A
medida que evoluciona la enfermedad, el temblor que afecta a la mayoría de los
pacientes con Parkinson puede comenzar a interferir con las actividades
cotidianas. Los pacientes pueden no ser capaces de sostener firmemente los
utensilios o pueden encontrar que el temblor hace que sea difícil leer el
periódico. Generalmente el temblor es el síntoma que hace que las personas
busquen ayuda médica.
Las
personas con Parkinson a menudo desarrollan la llamada marcha
parkinsoniana que comprende una tendencia a inclinarse hacia adelante,
dar pasos pequeños y rápidos como apurándose hacia adelante (llamada
festinación), y balanceo disminuido de los brazos. También pueden tener
dificultad para iniciar el movimiento (vacilación del inicio), y pueden
detenerse súbitamente al caminar (congelación).
La
enfermedad de Parkinson no afecta a todos de la misma manera, y la velocidad de
la evolución difiere entre los pacientes. El temblor es el síntoma
principal para algunos pacientes, mientras que para otros, no existe o es muy
leve.
Los
síntomas de la enfermedad a menudo comienzan de un lado del cuerpo.
Sin embargo, a medida que evoluciona, la enfermedad finalmente afecta ambos
lados. Aún después de que la enfermedad involucra ambos lados del cuerpo,
los síntomas a menudo son menos graves en un lado que en el otro. Los
cuatro síntomas primarios de la enfermedad de Parkinson son:
- Temblor. El temblor asociado con la enfermedad tiene
una apariencia característica. Típicamente, el temblor toma la forma de un
movimiento rítmico hacia adelante y hacia atrás a una velocidad de 4-6
latidos por segundo. Puede involucrar el pulgar y el índice y parecer un
temblor como "rodar píldoras". El temblor a menudo
comienza en una mano, aunque a veces se afecta primero un pie o la mandíbula.
Es más obvio cuando la mano está en reposo o cuando la persona está bajo
estrés. Por ejemplo, el temblor puede volverse más pronunciado unos
segundos después de que las manos descansan sobre una mesa. El
temblor generalmente desaparece durante el sueño o mejora con el
movimiento intencional.
- Rigidez. La rigidez, o resistencia al movimiento,
afecta a la mayoría de las personas con enfermedad de Parkinson. Un
principio importante del movimiento corporal es que todos los músculos
tienen un músculo que se opone. El movimiento es posible no solamente
porque un músculo se vuelve más activo sino porque el músculo opuesto se
relaja. En la enfermedad de Parkinson, la rigidez sobreviene cuando, en
respuesta a señales del cerebro, el delicado equilibrio de los músculos
opuestos se perturba. Los músculos permanecen constantemente tensos y
contraídos y la persona tiene dolor, o siente rigidez o debilidad. La
rigidez se vuelve obvia cuando otra persona trata de mover el brazo del
paciente, el cual se moverá solamente en forma de trinquete o con
movimientos cortos y espasmódicos conocidos como rigidez de "rueda
dentada".
- Bradicinesia. La bradicinesia, o el retardo y pérdida del
movimiento espontáneo y automático, es particularmente frustrante debido a
que puede hacer que las tareas simples sean algo difíciles. La
persona no puede realizar rápidamente movimientos rutinarios. Las
actividades, antes realizadas rápida y fácilmente, como asearse y
vestirse, pueden tomar varias horas.
- Inestabilidad
postural. La inestabilidad
postural, o deterioro del equilibrio, hace que los pacientes se caigan
fácilmente. Las personas afectadas pueden desarrollar una postura
encorvada en la cual la cabeza está inclinada y los hombros caídos.
Un
número de otros síntomas puede acompañar a la enfermedad de Parkinson. Algunos
son menores; otros no lo son. Muchos pueden tratarse con medicamentos o
fisioterapia. Nadie puede predecir qué síntomas afectarán a un paciente
individual, y la intensidad de los síntomas varía de una persona a otra.
- Depresión. Este es un problema común y puede aparecer
precozmente en el curso de la enfermedad, aún antes de que se noten otros
síntomas. Afortunadamente, la depresión generalmente puede ser tratada con
éxito por medio de medicamentos antidepresivos.
- Cambios
emocionales. Algunas
personas con Parkinson se vuelven miedosas e inseguras. Tal vez teman no
poder sobrellevar nuevas situaciones. Es posible que no deseen viajar, ir
a fiestas o socializar con amigos. Algunas pierden su motivación y se
vuelven más dependientes de sus familiares. Otras pueden volverse
irritables o atípicamente pesimistas.
- Dificultad para
tragar y masticar. Los músculos
usados para tragar podrían funcionar con menor eficiencia en las etapas
tardías de la enfermedad. En estos casos, los alimentos y la saliva
podrían acumularse en la boca y el fondo de la garganta, lo que podría
ocasionar ahogos o babeo. Estos problemas también pueden dificultar la
obtención de nutrición adecuada. Los terapeutas del lenguaje y la
palabra, los terapeutas ocupacionales y los dietistas a menudo pueden
ayudar con estos problemas.
- Cambios en el
habla. Cerca de la mitad de los pacientes con
la enfermedad tiene problemas con el habla. Pueden hablar muy suavemente o
con voz monótona, vacilar antes de hablar, arrastrar o repetir las
palabras, o hablar demasiado rápido. Un terapeuta del lenguaje puede ser
capaz de ayudar a los pacientes a reducir algunos de estos problemas.
- Problemas
urinarios o estreñimiento. En algunos
pacientes, pueden producirse problemas con la vejiga y el intestino debido
al funcionamiento incorrecto del sistema nervioso autónomo, responsable de
la regulación de la actividad del músculo liso. Algunas personas pueden
volverse incontinentes, mientras que otras tienen problemas para orinar.
En otras, puede producirse estreñimiento debido a que el tracto intestinal
funciona con mayor lentitud. El estreñimiento también puede estar causado
por la inactividad, comer una dieta inadecuada o beber pocos líquidos. Los
medicamentos usados para tratar la enfermedad también contribuyen al
estreñimiento. Puede ser un problema persistente y en casos raros,
suficientemente serio como para requerir la hospitalización.
- Problemas de la
piel. En la enfermedad de Parkinson, es
habitual que la piel de la cara se vuelva muy aceitosa, particularmente en
la frente y en los lados de la nariz. El cuero cabelludo también puede
volverse aceitoso, causando caspa. En otros casos, la piel puede volverse
muy seca. Estos problemas también son el resultado del funcionamiento
incorrecto del sistema nervioso autónomo. Pueden ser útiles los
tratamientos estándar para los problemas de la piel. La sudoración
excesiva, otro síntoma habitual, generalmente es controlable con
medicamentos usados para la enfermedad.
- Problemas para
dormir. Los
problemas para dormir habituales en la enfermedad de Parkinson comprenden
la dificultad para permanecer dormido por la noche, sueño intranquilo,
pesadillas y sueños emotivos y somnolencia o inicio súbito del sueño
durante el día. Los pacientes con Parkinson nunca deben tomar
pastillas para dormir de venta libre sin consultar con sus médicos.
- Demencia u otros
problemas cognitivos. Algunas pero
no todas las personas con enfermedad de Parkinson pueden desarrollar
problemas de la memoria y pensamiento lento. En algunos casos, los
problemas cognitivos se agravan, llevando a una afección llamada demencia
de Parkinson tardíamente en el curso de la enfermedad. Esta demencia
puede afectar la memoria, el juicio social, el lenguaje, el razonamiento,
u otras habilidades mentales. Actualmente no hay manera de detener
esta demencia, pero estudios han demostrado que un medicamento llamado
rivastigmina puede reducir levemente los síntomas. El medicamento
donepezil también puede reducir los síntomas de conducta en algunas
personas con demencia relacionada con Parkinson.
- Hipotensión
ortostática. La
hipotensión ortostática es una caída súbita de la presión arterial que se
produce cuando una persona se pone de pie desde una posición
acostada. Puede causar vahídos, mareos y en casos extremos, pérdida
del equilibrio o desmayo. Estudios han sugerido que en la enfermedad
de Parkinson, este problema se produce por una pérdida de terminaciones
nerviosas en el sistema nervioso simpático que controlan la frecuencia
cardíaca y otras funciones automáticas del cuerpo. Los medicamentos
usados para tratar la enfermedad de Parkinson también pueden contribuir a
este síntoma.
- Calambres
musculares y distonía. La
rigidez y falta de movimiento normal asociados con la enfermedad de
Parkinson a menudo causan calambres musculares, especialmente en las
piernas y dedos de los pies. Los masajes, las elongaciones y aplicar
calor pueden ayudar con estos calambres. La enfermedad también puede
asociarse con distonía, contracciones musculares sostenidas que causan posiciones
forzadas o retorcidas. La distonía en el Parkinson a menudo está
causada por fluctuaciones en el nivel de dopamina del cuerpo.
Generalmente puede aliviarse o reducirse ajustando los medicamentos de la
persona.
- Dolor. Muchas personas con enfermedad de
Parkinson tienen músculos y articulaciones doloridos debido a la rigidez y
a posturas anormales a menudo asociadas con la enfermedad. El
tratamiento con levodopa y otros medicamentos dopaminérgicos a menudo
alivia estos dolores hasta cierto punto. También pueden ayudar
ciertos ejercicios. Las personas con Parkinson también pueden tener
dolor debido a la compresión de las raíces nerviosas o los espasmos
musculares relacionados con la distonía. En casos raros, las
personas con Parkinson pueden tener sensaciones punzantes y quemantes
inexplicables. Este tipo de dolor, llamado "dolor
central", se origina en el cerebro. Para tratar este tipo de
dolor, pueden usarse medicamentos dopaminérgicos, opiáceos, antidepresivos
y otros tipos de medicamentos.
- Fatiga y pérdida
de la energía. Las
demandas inusuales de vivir con la enfermedad de Parkinson a menudo llevan
a problemas de fatiga, especialmente al final del día. La fatiga
puede estar asociada con depresión o trastornos del sueño, pero también
puede deberse a estrés muscular o hacer demasiada actividad cuando la
persona se siente bien. La fatiga también puede deberse a la acinesia, los
problemas para iniciar o realizar un movimiento. El ejercicio,
buenos hábitos del sueño, estar mentalmente activo y no forzar demasiadas
actividades en poco tiempo pueden ayudar a aliviar la fatiga.
- Disfunción sexual. La enfermedad de Parkinson a menudo causa disfunción eréctil debido a sus efectos sobre las señales nerviosas del cerebro o debido a mala circulación sanguínea. La depresión relacionada con Parkinson o el uso de antidepresivos también pueden causar deseo sexual disminuido y otros problemas. A menudo estos problemas son tratables.
Sintomatología Parkinson |
No hay comentarios:
Publicar un comentario